El narrador es un neurólogo, Oliver Sacks que cuenta las historias de sus pacientes que tienen problemas mentales. Uno de los relatos que encontramos en el libro es "el perro bajo la piel", cuenta que un drogadicto sueña que era un perro y a partir de ese momento se le agudizan los sentidos (la gama de colores es más amplia, percibe las emociones ajenas..)

También explica el síndrome de Tourette, que causa agitación contínua y la gente que lo padece es propensa a la pasión. Otra historia era la de una mujer ciega que al haber estado todo su vida demasiado protegida no es capaz de mover sus manos. Con trabajo logra superar este defecto y acaba siendo escultora.
El caso de la monja Hildergarda o del marinero "Jim". En el primer caso, la mujer sufría de migraña lo que le provocaba visiones que interpretaba como mensajes de Dios. Y el segundo, no recuerda nada de su vida a partir de 1945, lo que le ha estancado en su juventud, cuando tenía veinticinco años.
La práctica que tuvimos que hacer era dibujar en una hoja con los ojos vendados y después adivinar lo que había dibujado otro compañero. Fue curioso el ejercicio, ya que al prescindir de la vista hubo gente que plantó su mano en la hoja y siguió la silueta.
http://www.google.es/images?um=1&hl=es&biw=1126&bih=460&tbs=isch%3A1&sa=1&q=el+hombre+que+confundio+a+su+mujer+con+un+sombrero&aq=1&aqi=g10&aql=&oq=el+hombre+que+c&gs_rfai=

También explica el síndrome de Tourette, que causa agitación contínua y la gente que lo padece es propensa a la pasión. Otra historia era la de una mujer ciega que al haber estado todo su vida demasiado protegida no es capaz de mover sus manos. Con trabajo logra superar este defecto y acaba siendo escultora.
El caso de la monja Hildergarda o del marinero "Jim". En el primer caso, la mujer sufría de migraña lo que le provocaba visiones que interpretaba como mensajes de Dios. Y el segundo, no recuerda nada de su vida a partir de 1945, lo que le ha estancado en su juventud, cuando tenía veinticinco años.
La práctica que tuvimos que hacer era dibujar en una hoja con los ojos vendados y después adivinar lo que había dibujado otro compañero. Fue curioso el ejercicio, ya que al prescindir de la vista hubo gente que plantó su mano en la hoja y siguió la silueta.
http://www.google.es/images?um=1&hl=es&biw=1126&bih=460&tbs=isch%3A1&sa=1&q=el+hombre+que+confundio+a+su+mujer+con+un+sombrero&aq=1&aqi=g10&aql=&oq=el+hombre+que+c&gs_rfai=
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